Kabrita contiene β-palmitato para contribuir al confort de los lactantes

En la leche humana, aproximadamente el 50% de la energía se suministra a los lactantes en forma de grasa. Sin embargo, la grasa no sólo es necesaria como fuente de energía, sino que tiene muchas más funciones, como desarrollar el cerebro y la visión del lactante, sostener la estructura de las células, mantener la temperatura corporal y fabricar hormonas^. 1 La composición grasa de la leche humana varía mucho a lo largo del día y depende del periodo de lactancia. La tasa de absorción de la grasa se ve influida por su composición y estructura. La leche humana contiene varios ácidos grasos, de los cuales el ácido palmítico es uno de los^principales2.

Cuando el ácido palmítico se une en la posición media o beta del esqueleto de glicerol, se denomina ácido β-palmítico. Alrededor del 60% del ácido palmítico de la leche humana se une a esta posición beta y es ácido β-palmítico. En el tracto gastrointestinal, el ácido β-palmítico no se hidroliza en ácido palmítico libre y, por lo tanto, no forma jabones de calcio insolubles, lo que significa que tanto el calcio como los ácidos grasos pueden absorberse mejor. ^3,4 Esta mejor absorción del calcio y de los ácidos grasos puede reducir las molestias del lactante. Si el ácido palmítico no está unido en la posición beta, puede hidrolizarse en ácido palmítico libre, que puede formar jabones cálcicos insolubles, dando lugar a heces duras. El ácido β-palmítico puede prevenir las heces duras e incluso el estreñimiento^.3

Encontrará más información sobre el ácido β-palmítico en la infografía siguiente.

Además, se ha señalado que el ácido β-palmítico influye positivamente en el desarrollo de la microbiota intestinal, ya que los jabones cálcicos limitan el crecimiento de importantes bacterias beneficiosas en las primeras etapas de la vida^.4 En colaboración con el Centro Médico Universitario de Groningen, Ausnutria investigó los efectos negativos de los jabones cálcicos en la microbiota intestinal^.5

Todos los detalles sobre este estudio pueden consultarse en el documento que figura a continuación.

En este estudio, Faecalibacterium prausnitzii y otras bacterias dominantes en el intestino del lactante se cultivaron en medios con diferentes concentraciones de jabones cálcicos. Los jabones cálcicos inhibieron el crecimiento de bacterias beneficiosas como F. prausnitzii y varias bifidobacterias, incluso a una concentración muy baja (0,01 mg/ml de jabones cálcicos)^.5 F. prausnitzii coloniza el intestino alrededor de los seis meses de edad y tiene propiedades antiinflamatorias^.6,7 El crecimiento^reducidode F. prausnitzii y otras bacterias beneficiosas crea el riesgo de una microbiota intestinal desequilibrada y, por lo tanto, puede afectar negativamente a la salud de los lactantes. Esta investigación demostró que la leche de fórmula Kabrita con altos niveles de β-palmitato puede ser beneficiosa para una microbiota intestinal equilibrada debido a la menor formación de jabones de calcio^.5

Consulte la infografía y la animación que figuran a continuación para hacerse una idea general de este estudio.

Un reciente estudio doble ciego en el que participaron 300 lactantes sanos a término demostró que un alto contenido de ácido β-palmítico en los preparados para lactantes producía mayores concentraciones de bifidobacterias fecales y mejoraba la consistencia de las heces, de forma similar a los lactantes alimentados con leche humana^.8 Dos estudios aleatorizados doble ciego demostraron que un preparado para lactantes con ácido β-palmítico reducía el tiempo de llanto y mejoraba el sueño del lactante. Estos estudios concluyeron que el ácido β-palmítico mejoraba el bienestar de los lactantes alimentados con leche artificial y, en consecuencia, la calidad de vida de sus padres^.9-11

La fórmula Kabrita contiene una mezcla de grasas rica en ácido β-palmítico, que se asemeja más al perfil de ácidos grasos de la leche humana. Se ha demostrado que el ácido β-palmítico de la leche de fórmula Kabrita ofrece confort a los lactantes, con beneficios como la reducción del tiempo de llanto, la prevención de las heces duras y una microbiota intestinal bien equilibrada.